jueves, 6 de agosto de 2009

Decoración

En decoración de interiores, en especial de dormitorios, soy una fanática. Por eso mismo es que no me tomo la molestia de decorar mi cuarto y tenerlo vacío y sin gracia, porque no me atrevo a gastar mucha energía en dejar el dormitorio perfecto para más tarde cambiar de idea y pretender darle otro aire. Sí señor, la volubilidad y la decoración no son buenas amigas, y la fusión depende del gusto y la inteligencia de quien la lleve a cabo. Para quien esté tan perdido como yo expongo aquí mis ideas.
Estilo africano: Este estilo requiere tonos naturales como son el verde, marrón, amarillo y rojo, pero siempre combinando de forma colorista. Debe estar presente la madera, el barro, los materiales poco refinados y rústicos. Las pieles (obviamente imitaciones), los estampados angulosos y repetitivos,

los dibujos tribales, las máscaras colgadas en las paredes, las plantas (mejor plantas verdes que flores)...
son elementos básicos para conseguir ese toque orientado al continente africano que deseamos. No hay que olvidar los animales. Para ello podemos colocar cuernos, plumas, cabezas de animales salvajes (también falsas), lanzas, instrumentos musicales o de otra índole y alfombras y tapices, que no tienen por qué ser caro necesariamente. Mosquiteras sobre la cama (si ésta se encuentra justo en el suelo o sobre una esterilla sería encantador),
tejidos peludos, trenzados u objetos de mimbre rematarán la habitación junto con el uso de barnices un tanto oscuros mezclados con otros más claros y objetos que emulen ser antiguos y estar gastados y oxidados. Una buena idea sería pintar en la pared un mural que simule ser un paisaje típico africano, le dará además mucha profundidad.

Estilo Victoriano:
El estilo victoriano es el hijo más refinado y sencillo del estilo gótico. Pierde elementos rocambolescos, curvas y excesos innecesarios, para centrarse en la belleza más armónica. Cuando contrajo matrimonio con el estilo africano tuvo el llamado Estilo Colonial, que está compuesto por colores muy cálidos alimentado por las vertientes artísticas del continente europeo y el africano.

El estilo victoriano se mantuvo durante gran parte del siglo XIX y primera mitad del siglo XX. El papel pintado con formas complejas y florales era esencial, así como el estilo grecolatino que impregnaba las columnas, cenefas, lámparas, figuras y un largo etcétera.

Las cortinas juegan un papel importante, suelen conjuntarse con el papel de las paredes y son pesadas y lujosas. El lujo. Eso es un dato a tener en cuenta. Todo es dorado, aunque también se juega muchísimo con los contrastes de colores más contundentes y tonos pasteles. Flores y alfombras deben ser omnipresentes. Y las camas, exageradas, de príncipes, princesas, reinas y reyes, al igual que las lámparas de lágrimas, siempre.

El estilo Chippendale será un aliado constante, con un mobiliario de este estilo:

En este link se pueden ver catálogos de muebles al estilo inglés clásico, tanto de este diseñador como de otros:
http://mueblesantiguos.juegofanatico.cl/estilos/chippendale.htm



El vintage no es sólo la época victoriana. En en el siguiente apartado tratamos el estilo glamouroso de los años veinte, los felices años veinte, como suele decirse:

Lujoso y decadente, de los años veinte:
Basado en el Cabaret, el jazz, las películas tan excéntricas que nos han llegado a través del túnel del tiempo y en todo el lujo corrompido por el frenesí de aquellos años. El misterio es esencial. Para ello debemos saber usar bien la iluminación, porque los años veinte son luz y oscuridad así que hay que mezclar y jugar con esto.

Todo recargado. El rojo, el amarillo, dorado, plateado y negro serán los principales aliados. Así como las pieles de animales. Las lentejuelas, los brillos, los carteles de película y de mitos de Hollywood...plumas teñidas, cortinas oscuras y elementos que evoquen la música y el espectáculo de toda clase: Teatro, cabaret, marionetas. Recuerda la diversión y el ocio son los puntos fuertes de este periodo.


Del Vintage pasamos al Retro.

Años 50 y 60: Los años cincuenta y sesenta están repletos de colorido y la tópica sicodelia. Las formas sencillas protagonizan los estampados.
El fin de semana se impone y por tanto el cine al aire libre, sobretodo las películas sci-fi, los bares donde se pueden tomar los típicos batidos helados, se puede escuchar música de la gramola y lucirse bailando twist, swing y rock and roll, bajo unos vestidos enormes y femeninos. En los años posteriores el movimiento hippie se convierte en icono y la naturaleza vuelve a resurgir.
Las líneas deben ser limpias y minimalistas y sería bueno incluír obras de Warhol (imitaciones, que son más asequibles) y de la cultura pop, como cómics, movimiento Coca-cola (este también es válido para los años veinte en lo que se refiere al marketing pin-up) y retratos de mitos como Elvis, Marilyn...


Y otro estilo, más fantasioso sería la habitación de la bruja, que tendrá un toque entre misterioso, bohemio y coloristamente recargado, con brillos y resto de material fantasioso.




Yo creo que definitivamente me quedo con el estilo Colonial aunque del estilo que se aplicaba en los años 20.