El clásico, los teletubbies:
Los teletubbies. Qué vamos a esperarnos de unos seres sin raza definida (ni sexo) que tienen tecnología punta en la misma barriga, porque no es un televisor como nos hicieron creer a todo el mundo, sino verían antena tres o canal sur dos...ellos almacenan reportajes checoslovacos contados por niños de no más de siete años y que relatan historias propias del discovery channel...No son niños normales porque no te dicen con voz de bizcocho seco 'Estoy dibujando un paisaje muy bonito y aquí está mi madre y mi hermano'. No. Ellos te cuentan algo de un ferrocarril de su pueblo, de unas minas de los años cuarenta que se desprendió y mató a un centenar de hombres, o te recitan una poesía germana traducida literalmente del húngaro, y por tanto, no tiene ritmo. Hay que pensar que Lala es una niña, Dipsy un niño, y Tinky Winky es hermafrodita...todo eso está muy bien. Pero Po es más sospechoso aún porque tiene un comportamiento que siempre me he tomado de niño y ayer mi hermana me dijo que Po era una niña rompiendo así todos los esquemas de mi juventud. Si Po es una niña, es una niña machorra, y si Tinky Winky era algo así como el Hermano Mayor, era Gay, por lo que ya tenemos claro los cuatro sexos: Varón, Varona, Lesbiana y Lesbiano. Y si a todo eso se le añade que había una máquina (aspiradora además) que cuidaba de ellos...deja en muy mal lugar el papel del tutor legal...Es curioso que cuatro personajes tan ambiguos que no hablaban tampoco sirvan para enseñar cosas como en Barrio Sésamo. ¿Con qué fín se habían creado? ¿Qué significa que el sol tenga cara de niño risueño y resabido, además de repelente? ¿Por qué El Niño Sol era el único que pillaba las bromas mudas de los Teletubbies? Y lo más importante...¿Por qué duraban tan poco los episodios? ¿Acaso no pretendían dejar un mensaje inicuo a todos esas tiernas mentes, sin llegar a darle un mensaje positivo o práctico? Hay algo macabro tras esos trajes de espuma y plástico de goma...y puede que sean precisamente unos Suizos que arrastraban un complejo adolescente de indecision sexual...una especie de venganza derramada sobre blancos lienzos, ya que los niños pretenden indentificarse con uno u otro, y se llegó a comercializar el disfraz de los Teletubbies para los bebés...¿Quién querría ser algo que no es ni monstruo, ni humano, ni animal, ni extraterrestre? Un traje de ameba es casi más propio para los primeros meses de vida.
Y además tienen chura de mujeres mayores, ojos de judíos ojerosos y ¡Oyuelos en las mejillas! Que indignante insinuación de que son seres humanos...
Punto y aparte.
Blancanieves.
Una mujer sola viviendo con siete hombres, además desesperados, porque nunca tuvieron contacto con el sexo opuesto. Está claro que Blancanieves tenía un desequilibrio emocional, puede que provocado por la muerte de sus padres o tal vez fuese que no era precavida. Pensemos, Blancanieves es casi una adolescente a la que no ha habido una madre que le enseñe que los hombres no son de fiar en muchas ocasiones cuando se tiene una belleza espléndida, y por eso al primer hombre con caballo blanco que se le aparece le dá la primera y última oportunidad de hacerla 'feliz', porque claro, el diborcio no existía. Debería haber aprendido de su amiga (y contemporánea) Bella, quien, aunque pasó la mano y convivió con un hombre desconocido, al menos sabía que no pasaría nada en la presencia de una vajilla viviente, y lo mejor es que no se fué con él a la primera y hasta que conoció todos sus complejos y debilidades no decidió que estaría con él.
Pues eso, que Blancanieves es una víctima de una mala educación y una mosquita muerta. Y no hay que olvidar el drama de su madrasta, que se merece ser mencionada, porque era una celosa patológica y no tenía autoestima.
Aladdín.
Aladín es un hombre pobre que está malacostumbrado a robar. Es un chico que ve a una joven y ya se 'enamora'. Con esto Walt Disney sólo ha puesto de su parte para que el mundo esté así de disparatado. Nadie puede amar a nadie con sólo saber que existe a no ser que lo haga como lo hizo el señor Jesucristo. Pero hay que recordar que Aladdín se pasaba las horas muertas sin comer, con un mono a modo de único amigo y estaba a la que caía; es decir, Aladdín sabe que Yasmín es una chica con ganas de vivir y está encerrada en un palacio, sin amigos, tan falta de estímulos que tiene un tigre en lugar de un gato. Está claro que es una presa fácil, y en cuanto Aladdín le propone ir a 'Un mundo ideal', acepta, porque además, Yasmín era una joven un tanto indecente que no tenía ningún reparo en andar en sujetador por la casa de su padre viudo, porque una cosa es ir por la calle haciendo calor y creyéndote sexy, y otra, contonearse por una casa que no es tuya y en la que además vivía un hombre, Yafar, que la deseaba. Yasmín no es un buen ejemplo para unas niñas de siete años. Yasmín era una buscona, pero se hacía la inocente.
El rey León.
Es de las más correctas. Pero no es perfecta. Deberían haber elegido a un gorila en lugar de un león como protagonista ¿Por qué? Pues porque los leones viven la poligamia, y la endogamia. Porque la pareja principal de Simba es Nala, que es hermana por parte de padre, y porque es de suponer que más tarde su suegra también sería su mujer, como buen jefe de la manada; en este punto nos damos cuenta que su cuñada sería su hija, que su sobrina su hija predilecta (Si, la niña de la segunda película es su sobrina, desencantados ¿Verdad?) y así todo. Pero dejémonos de tanta fornicación.
La princesa cisne.
No soy capaz de recordar perfectamente esta historia, pero en una mente jóven como la que yo tenía se quedó bien grabada la imagen de La princesa Obed y el príncipe en el momento del beso final, un beso muy alejado de lo casto. En toda película de dibujitos hay beso, pero en esta la duración se extendió más de lo debido y se veía claramente el punto de fusión de las bocas de los personajes, cosa que hacía pensar demasiado en el hecho a los pobres pequeños, y que por primera vez en su vida se plantearon que todo no era como se lo habían pintado, y además se suponía que eso que le traía malas vibraciones era bueno porque lo decía la princesita. Está claro que se trataba de un fotograma alargado para que durasen los minutos exactos para hacer la hora y media de largometraje, pero eso los niños no lo entienden hasta que se han hecho mayores y han probado ya de todo, porque Obed se lo dijo.
Pocahontas.
Pocahontas por ser indígena tiene otra cultura y otro idioma. Pocahontas también es muy irresponsable, porque sin duda John Smith le saca alrededor de diez años como se estilaba en aquella época y además es un hombre con un mundo corrido que sabría atraerse a una jovencita que no sabe nada de la vida y encima con la barrera del idioma. Porque a Pocahontas le parece muy guapo, muy generoso por regalarle una brújula a su bicho y muy romántico porque le hace carantoñas, pero no ha tenido la oportunidad de conocer todas las manías que dá la edad y la experiencia, ni sabe si dice tacos, o si arrastra sicosis paranoicas de la adolescencia. Es más, ni siquiera sabe si es tímido o es que no sabe hablar, si es inteligente y menos sabe aún de su familia, que aunque no sea algo definitivo, si que es donde el señor se ha cocido. Y encima se ve con el derecho de creerse que es el hombre de su vida porque un 'árbol se lo ha dicho' y además, con indirectas. Total, que se veía venir que no iban a durar mucho, y como se ve en la segunda parte, que ya sabría algo más de idioma, se ve a un John Smith más egocéntrico y repelente, esto no significa que hubiese cambiado, sino que Pocahontas abre los ojos. Y de todas formas tampoco hizo bien casándose con un hombre pelirrojo y mal dibujado. Pero no le podemos pedir más a una indígena que se tira por los barrancos para soltar adrenalina. Es que la adolescencia es muy mala.
Disney llegó a obsesionar a toda una generación con el amor imposible y frío, y trasmitió una idea de la sensualidad como algo culminante en lo bello de la vida, y claro, incrementó la rebeldía, aumentó el ideal de que 'el amor' puede con todo y a toda costa, y nos hizo creer que era incompatible con el razocinio, y además nos ha convencido sin quererlo, en un intento por resumir su película, de que los seres humanos están preparados para comenzar una nueva vida en pareja sólo por ser guapos y tener una conversación con doble sentido y una coletilla. Señor Walt Disney, la gente se tiene que conocer, y ha de experimentar la conversación como algo fundamental en la vida.
El jorobado de Notre Dame.
Lo del Jorobado de Notre Dame es una bestialidad. Sobretodo porque para enseñarle a los críos que existe el bien y el mal no se tiene que meter en una película a un cura lujurioso que está dispuesto a quemar media ciudad y a matar a la mujer de la que está antojado, porque es el tema, es un hecho descarado qué siente el cura por Esmeralda, no se trata de que la quiere como Aladdín a Yasmín, o por lo menos como es muy feo y cura no tiene derecho a que le guste. Hombre y después de todo Aladdín (También porque sabía que en algún momento Yasmín caería) no le huele el pelo y le toquetea el cuello como lo hace el Pájaro Espino de Notre Dame. Y además Esmeralda es otra vez una suelta, como todas las princesas Disney. No era nadie Walt.
Heidi.
Lo malo de Heidi es además del drama, que siempre te quedas con la incógnita de si Pedro y ella son algo más y si acaso Clara no se interpuso en su juvenil romance. Clara es odiosa se mire por donde se mire, así que puede que Heidi no fuese tan tonta como parecía por su lozanía incontrolable y se la llevara al campo sabiendo que su Pedrito no se fijaría en ella. Y aunque fuese guapa no aguantaría el ritmo campestre de Pedro. No quiero rayar más porque de Heidi ya se ha pensado muy mal, entre otras cosas porque ha dado tiempo. Y eso, que los Japoneses supieron jugársela al resto del mundo.
Y ahora que recuerdo, el hecho de que hubiese una vieja soltera a la que llamaba abuelita y que su abuelo también fuese soltero sólo era una insinuación de que acabarían juntos, cosa que da repelús a su edad y a su situación. De nuevo los Japoneses y su tendencia a liarlo todo, con sus telenovelas de colorines.
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