martes, 24 de marzo de 2009

Las Blythe: Muñecas suficientemente Vintage, Frikis, Diabólicas y originales.










La Blythe (se pronuncia "blaiz" aproximadamente) es una muñeca creada en 1972 por la ya desaparecida compañía de juguetes estadounidense Kenner.

A diferencia de Barbie, Blythe no tiene novio o pareja formal, y no se da información sobre su profesión. Este hecho posibilita aún más las modificaciones que muchas de sus propietarias realizan en ellas, consistentes en retoques de pelo, color de ojos (se cambia una pieza llamada 'eyechip'), maquillaje, cuerpo, mecanismo interno, ropa, complementos, etc. De hecho, la subcultura Blythe ha florecido extremadamente rápido en internet, organizada en foros y grupos de usuarios. Hay todo un mercado virtual de diseñadores de ropa Blythe y customizadores (expertos en realizar las modificaciones) en expansión.

Las muñecas Blythe fueron desarrolladas inspirándose en los diseños de Margaret Keane, de manera similar a muchas otras muñecas americanas de los 60 y 70. Su principal característica era sus ojos, que tenían la posibilidad de ser cerrados a voluntad además de cambiar de color gracias a una cuerda con un tirador (conocida popularmente como 'pullstring') situada el la parte posterior de la cabeza, ocultada por el pelo. Las muñecas Blythe solo se vendieron en los EE.UU. (aunque se producían en Hong Kong) durante un año, 1972, ya que no fueron muy populares (las niñas americanas de la época tenían miedo de su cabeza desproporcionada) y eso las hizo desaparecer de las tiendas rápidamente.

Treinta años después de su lanzamiento inicial, las Blythe recuperaron su popularidad inesperadamente. En 1997, la productora Gina Garan recibió una Kenner Blythe original de 1972 como regalo de un amigo y empezó a usarla como modelo para mejorar sus habilidades como fotógrafa. Empezó a llevarse su Blythe adonde fuera, tomando cientos de instantáneas. Más tarde, en 1999, un encuentro casual con la japonesa Junko Wong, responsable de CWC, consiguió que las Blythe llamaran la atención de los ejecutivos de Parco - un popular centro comercial japonés - y de los fabricantes japoneses de juguetes. Más tarde en el mismo año, la compañía americana Hasbro (sucesora de Kenner) cedió los derechos de Blythe a la japonesa Takara. Pero esta vez convertidas en un producto 'de coleccionista' destinado a adultos.

Se dijo que recordaba a una «Barbie con elefantiasis»

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