Véase en la misma el artículo dedicado a la ciudad de Cádiz (por cierto muy completo):
Si ya decía Freud que lo más importante, lo primario, lo básico, era el sexo.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
domingo, 7 de noviembre de 2010
Convencimientos
Para que el mundo sea mundo debe existir la vida, y para que ésta, a su vez, lo haga, debe guardar en su esencia las fuerzas de la creación y la descriación hasta puntos extremos como la explosión. El flujo vital es una constante tensión entre sí y no, entre el trazo que avanza y el ente que borra, entre puñetazo y beso. Y es por esto que me gusta mi carrera:
Los lingüistas dedican años de trabajo y obsesión a algo que en la duración de una poesía se ve destrozado sin compasión, y es curioso que aún sea más célebre y comunicativa, más correcta y falta de repeticiones que cualquier tratado científico, eso que algunos llamaron Rosa.
Estudiamos Lingüística para luego infringir las leyes aprendidas, mediante la Literatura.
Ésa es mi mística anárquica, mi libertinaje insuflado por el aliento y el latido de la sangre.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Mi Salmantino: porque yo lo invento, así se llama
Vivir fuera del nido materno siempre obliga a inventar nuevas porquerías que llevarse a la boca cuando te entra hambre a la hora de la cena y no tienes ideas formales sobre gustos culinarios. Así que ahí va eso:
Dos latas de atún.
Aceite de oliva.
Cayena.
Pimienta.
Pimentón picante.
Sal.
Tomate grande o dos tomates medianos.
Se corta el tomate en trozos y se sirven en un plato como cama para el atún. Mientras, el atún debe estar friéndose en un chorrito de aceite de oliva, hasta secarse y tostarse un poco, con un poco de pimienta y bastante cayena recien cortada. En el último momento, se agrega el pimentón picante/ahumado para que no se queme. Bien caliente se sirve sobre el tomate troceado, conformándose así un plato templado.
Otro salmantino, ¿Sabremos algún día si igual de picante?
Dos latas de atún.
Aceite de oliva.
Cayena.
Pimienta.
Pimentón picante.
Sal.
Tomate grande o dos tomates medianos.
Se corta el tomate en trozos y se sirven en un plato como cama para el atún. Mientras, el atún debe estar friéndose en un chorrito de aceite de oliva, hasta secarse y tostarse un poco, con un poco de pimienta y bastante cayena recien cortada. En el último momento, se agrega el pimentón picante/ahumado para que no se queme. Bien caliente se sirve sobre el tomate troceado, conformándose así un plato templado.
Otro salmantino, ¿Sabremos algún día si igual de picante?
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