sábado, 5 de marzo de 2011

El Silencio

Tejido eréctil. Un tejido hinchado y una secreción. Mi última confesión. El semen huele que apesta. Tengo un olfato muy fino...y olía a pescado podrido cuando me fecundaron. Es una opción. No quería aceptar mi papel desdichado. Pero ahora me siento muy sola. Probamos actitudes, y todas nos parecen inútiles. Las fuerzas son poderosas. Las fuerzas...del horror. Hay que mirar por dónde se va...entre todos los fantasmas y recuerdos. Tanta palabrería...No se debe hablar sobre la soledad. Es una pérdida de tiempo. Quiero escribir.

Ingrid Thulin en Tystnaden, 1963, Ingmar Bergman.

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