Ya acabé el Diario de Ana Frank y me ha paraceido precioso. No podía contener las lágrimas cuando leí en el epílogo que murió de tifus en un campo de concentración unos días después que su hermana Margot, también de esta enfermedad que se cobró muchas vidas más, y pensar que había tenido que ver eso, y la muerte por inanición de su madre, además de la de dos amigos con los que había convivido dos años. Estaba tan viva, que aunque supiese que al final fallecía, no te lo puedes creer, es un golpe.
Pero es una obra buena en todos los aspectos y forma parte de mi lista de libros preferidos.
Lo quiero en mi biblioteca.
Ya no escribo nada más, porque hice una reseña de éste en la entrada 'aburrimiento...', así que considero que ya hay bastante.
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