sábado, 29 de mayo de 2010
El futuro no existe.
Es una idea reflejo de nuestro deseo.
Sólo se torna realidad cuando ocurre,
y en este caso, ya es Presente.
El pasado tampoco se merece mayor consideración
Son ideas guardadas, reflejo de nuestra desdicha,
felicidad, sentidos y apreciaciones,
marcadas, clasificadas con números abstractos, inexistentes,
humanos, tictaqueadores, bajo una esfera de cristal
unas agujas que bailan a su propio son,
o gotas de arena que caen sin siquiera sentirse...
arena, mas la playa no es tiempo, más bien lo paraliza.
Nos aferramos a la historia: a una cara de todas las posibles,
mitificamos nuestro historial
para crearnos una identidad con la que luchar por el presente,
lo delimitamos y razonamos, como si acaso no fuese arbitrario.
Puede resultar angustioso, pero,
¿no nos dá esto más libertad?
¿no nos permite inventar y recrear nuestra verdad
para poder vivir el momento con amor y dignidad?
Caníbal.
Crítica y excusa para la jerarquía eclesiástica y vaticana: Pederastia.
La pederastia griega atravesó una serie de cambios a lo largo del milenio en que existió hasta desaparecer como institución oficial. En el caso de Atenas, parece que estas relaciones evolucionaron de un gran recato en la época arcaica a una práctica más carnal y sin restricciones en época clásica, seguida de un retorno a una forma más espiritual en sus últimas etapas, que se asemejaba a sus comienzos. Su fin como práctica oficial llegó con un decreto del emperador Justiniano: el mismo que también puso fin a otras instituciones que sustentaban la cultura clásica, como los Juegos Olímpicos y la Academia de Platón.
Según otra explicación, la pederastia surgió en la antigua Creta alrededor del año 630 a.C., como un medio de controlar la natalidad, retrasando la edad promedio del matrimonio de los hombres hasta la treintena.
Otra teoría explica la pederastia desde el punto de vista que tenía la aristocracia masculina griega sobre los sexos: los griegos se consideraban como una raza ilustrada, pero no incluían a las mujeres en tal definición. Por lo tanto, sólo podían establecer una relación amorosa entre iguales con otro hombre igualmente ilustrado. Este concepto machista de los hombres como el único sexo ilustrado se da en otras culturas coetáneas como la romana o la semita, pero sólo en Grecia se sigue de él la tolerancia a la pederastia.
Representación de Rubens del Mito del Rapto de Ganímedes: Al parecer, Zeus, como suele ser norma en todas sus anécdotas, se convirtió en águila para poder llevarse al pequeño Ganímedes, que se resistía a ser tomado por él. La criatura, con cara de llanto, pierde fuerza en el vientre, permitiendo que un pequeño hilillo nacido del miedo caiga sobre la tierra, provocando la lluvia, mientras muestra su redondo trasero al espectador, significado de la homosexualidad del tema.
Michael Foucault afirma que en la cultura griega la cuestión de la pederastia se debatió ya como un problema y fue "objeto de una especial e intensa preocupación moral", centrada principalmente en la castidad o la moderación en la relación con el erōmenos. Sin embargo, estas conclusiones solo podrían ser ciertas por lo que se refiere a los textos del periodo clásico en Atenas, ya que en la época arcaica, lejos de considerarse un problema, la pederastia se asociaba de forma general a los más altos ideales.
-----------------------------------------------------------------------
"Hugh Broughton, polemista que escribió durante el reinado de Jacobo I de Gran Bretaña, demostró que Rajab, la ramera que ayudó a Josué a conquistar la ciudad de Jericó, se deciaba a la prostitución desde que tenía diez años.
Dos hijas del Nilo prenúbiles, vástagos del faraón Akenatón y su esposa Nefertiti (fueron seis las hijas nacidas de esta unión), con muchos collares de cuentas brillantes por todo atavío, abandonadas sobre almohadones, intactas después de tres mil años, con sus suaves cuerpos morenos de cachorros, el pelo corto, los almendrados ojos negros como el ébano...Novias de diez años obligadas a colocarse a horcajadas sobre el fascinum, el miembro viril, el falo de marfil de los templos de la erudición clásica.
El matrimonio y las relaciones sexuales antes de la pubertad aún son relativamente comunes en ciertas provincias del este de la India."
Una de las escenas durante un reciente casamiento masivo de niñas en Gaza.
Las niñas eran menores de 10 años y contraían matrimonio con hombres de más de 30.
"Entre los sicilianos, las relaciones sexuales entre padre e hija se dan por sentadas, y la niña que participa de tales relaciones no es mirada con desaprobación por la sociedad de que forma parte.
La niña normal suele mostrarse ansiosamente deseosa de complacer a su progenitor. Intuye en él al precursor del deseado, y escurridizo, hombre de su vida. La madre sensata debe alentar al compañerismo entre padre e hija, consciente. La niña conforma sus ideales románticos y masculinos mediante una asociación con el padre."
"Después de todo, Dante se enamoró perdidamente de su Beatriz cuando ésta tenía nueve años y era una chiquilla rutilante, pintada y encantadora, enjoyada, con un vestido carmesí...Y cuando Petrarca se enamoró locamente de su Laura, ésta era una rubia nínfula de doce años que corría con el viento, el polen y el polvo, una esquiva flor de la hermosa planicie que se extiende al pie de las colinas de Vaucluse."
Extractos de "Lolita", Humbert Humbert (Nabokov).
Casi trece años tenía la Lolita de Humbert Humbert, y catorce años tenía la aniñada Leonor Izquierdo Cuevas cuando conoció a Antonio Machado, con el que se casó sólo un año después, teniendo él 34.
La pequeña Leonor, y al lado, con su recién estrenado marido.
"Suelo llamarle Lewis Carroll Carroll porque el fué el primer Humbert Humbert. ¿Has visto esas fotos suyas con las niñas pequeñas? Podría haber hecho composiciones com tías y madres y dejar a los niños. Nunca se le capturó, excepto por una niña que escribió acerca de él cuando ella ya era mucho más mayor".
Nabokov para Vogue.
La niña que más veces le sirvió de modelo fue Alexandra Kitchin («Xie»), hija del deán de la catedral de Winchester, a la que fotografió unas cincuenta veces desde que tenía 4 años hasta que cumplió 16. En 1880 intentó fotografiarla en traje de baño, pero no se le permitió.
Alexandra Kitchin, reposando ante los ojos de Lewis Carroll o Charles Lutwidge Dodgson.
Esta fué una de las poses favoritas del escritor y fotógrafo, se conoce una amplia galería con estas características.
Se supone que Dodgson destruyó o devolvió las fotografías de desnudos a las familias de las niñas que fotografiaba. Se creía que se habían perdido, pero se han encontrado seis desnudos, de los cuales cuatro han sido publicados y dos se conocen apenas.
Las fotografías y esbozos de desnudos que Dodgson realizaba alentaron la suposición de que tenía tendencias pedófilas.
Dodgson conoció a la familia Liddell en 1856. Según las anotaciones de sus diarios, conoció primero a la señora Liddell y a sus hijos Harry y Lorina el 25 de febrero de ese año. Más tarde hizo amistad con el pequeño Harry Liddell. Su primer encuentro con Alice tuvo lugar el 6 de marzo, cuando acudió a la casa del deán para fotografiar la catedral. Según él mismo indica en su diario, señaló ese día con una piedra blanca.
Primero hizo amistad con Harry, el hermano mayor, al que llevó con su hermana Lorina ("Ina") a varias excursiones en barca y meriendas campestres en los alrededores de Oxford. Más adelante, cuando Harry comenzó a ir a la escuela, Alice y su hermana Edith empezaron a acudir a esas excursiones. Dodgson solía entretener a las niñas narrándoles cuentos fantásticos, y ellas posaron a menudo para él como modelos de fotografía, la gran afición de Dodgson. Se ha afirmado que Alice fue la modelo favorita de Dodgson, pero no hay ninguna evidencia de que sea así. Los diarios de Dodgson entre el 18 de abril de 1858 y el 8 de mayo de 1862, que podrían arrojar luz sobre su relación con las hermanas Liddell, se han perdido, probablemente destruidos por los herederos del autor.
La relación entre Dodgson y la familia Liddell terminó bruscamente en junio de 1863. Hasta hace poco no había información alguna sobre lo que motivó esta ruptura, ya que los Liddell nunca hablaron abiertamente de ello, y la página de los diarios del autor correspondiente a los días 27, 28 y 29 de junio de 1863, fechas en las que supuestamente ocurrió la ruptura, se ha perdido (fue arrancada por una sobrina del autor, Menella Dodgson, según reconoció varios años después).
Se ha especulado con la idea de que la madre de Alice, la señora Liddell, desaprobara la relación de su hija, que ya tenía once años, con Dodgson. Morton N. Cohen sugiere la idea de que Dodgson pudo haber pedido la mano de Alice, o al menos haber hecho algún tipo de insinuación en ese sentido. Hasta hace poco, la única fuente para conocer lo que pudo ocurrir en esas fechas eran las especulaciones, todas ellas centradas en la idea de que la ruptura tuvo algún tipo de relación con Alice Liddell.
En 1996, Karoline Leach encontró lo que desde entonces se conoce como el documento "Cut Pages in Diary" una nota supuestamente escrita por la sobrina de Charles Dodgson, Violet Dodgson, que resume la página perdida de los diarios correspondiente a los días 27, 28 y 29 de junio de 1863, escrita aparentemente antes de que ella (o su hermana Menella) arrancaran la página. La nota dice así:
L.C. sabe gracias a Mrs Liddell que se dice que está utilizando a los niños como una excusa para hacer la corte a la institutriz - se dice también que [ilegible] está haciendo la corte a Ina.El sentido exacto de esta nota no ha sido tampoco determinado. Sin embargo, parece implicar que la ruptura entre Dodgson y la familia Liddell se produjo a causa de un supuesto rumor que relacionaba a Dodgson con la institutriz de las niñas y con "Ina", la hermana mayor de Alice. La naturaleza de estos rumores y si tenían o no fundamento son asuntos que no han podido ser aclarados hasta el momento.
En cualquier caso, las relaciones se enfriaron. Dodgson evitó la casa de los Liddell durante unos seis meses, pero finalmente regresó para visitar a la familia en diciembre de 1863, ocasión en la que regaló a Alice el manuscrito de su Las aventuras de Alicia bajo tierra.Sin embargo, la antigua cordialidad parece haber desaparecido, y la amistad terminaría por desvanecerse por completo, tal vez porque Dogson mantenía discrepancias con el padre de Alice, el deán Liddell. Dodgson, sin embargo, vio todavía a Alice en algunas ocasiones. En 1870, por ejemplo, la señora Liddell llevó a sus hijas Lorina y Alice al estudio del escritor para hacerles sendos retratos fotográficos (las últimas fotografías que Dodgson hizo de las hermanas). El autor escribió todavía a Alice en varias ocasiones, en una de ellas para pedirle prestado el manuscrito que le había regalado años atrás para publicar una edición facsímil, que apareció en 1886. La última carta conocida de Dodgson a Alice data de 1892. A partir de esa fecha, que se sepa, no mantuvieron ningún contacto. Dodgson falleció en 1898.
Selección de Grafittis y arte urbano.
miércoles, 26 de mayo de 2010
lunes, 24 de mayo de 2010
Lo último de los italianos
"Además de la carta que algunos parlemitanos han mandado a Napolitano, la Asociación Nacional de Partisanos (ANPI), también ha pedido la "retirada inmediata" de los carteles, los cuales "ofenden a todos aquellos que combatieron para abatir el nazifascismo y violan los principios democráticos y constitucionales", según denunció el presidente de la asociación, Ottavio Navarra, en una carta abierta al alcalde de la ciudad."
Y no se puede estudiar la segunda guerra mundial en la historia, porque se nombra al gran dictador.
Y digo Gran porque se le da una importancia que sólo es comparable a la de Lord Voldemort en la cargante serie de Harry Potter.
Vivimos postrados a un hecho concreto de la historia, quitándole peso a los demás dramas que la han regido e incitando, de alguna manera, la vuelta a los principios fascistas: No a la libre expresión. Vivimos lo mismo pero al revés, es decir, el comunismo es obra del diablo y no debe ser respaldado por ninguna institución legal (excepto Izquierda Unida, aunque por algo tiene sólo un diputado representativo), el fascismo es sinónimo de herejía y Franco...bueno, Franco es otra cosa, porque aún tiene adeptos en nuestra España de Pandereta, Campo y Porrazo (lo siento, tenía que decirlo, es verdad que aún somos un poco catetos).
¿Qué daño le hace a una sociedad una imagen de un hombre muerto sin poder alguno, que, además, está siendo criticado sustancialmente?
Ya no es que falte el sentido del humor, la inteligencia y el sentido retórico (algunos italianos deberían leerse un librito de texto de lengua, seguro que en el anexo encuentran diversas figuras retóricas que les hace reflexionar), sino que se pone en peligro a la democracia, precisamente luchando contra todo lo que supuestamente va contra ella.
Yo entiendo que lo que prima es la escenografía, el cartel, el photoshop y la mentirijilla cristiana, y que eso es la base de nuestro sistema, pero no pierdo la esperanza y vuelvo a pedir que se abandere lo que un día fue lema de la política de la mayoría (se suele confundir democracia y libertad, cosa que no tiene nada que ver) y se dote a los organismos de menor presupuesto (que ya le hace falta), mejor distribuido pero menos organizado, que con tanto control, viniendo de unos inconscientes constitucionales democráticos, así nos va.
domingo, 23 de mayo de 2010
Eran mis dos descansos
Eran mis dos descansos
como el mar y el cielo.
Eran mis dos descansos
uno de sal y otro de viento.
Yo los creía infinitos,
se perdían en el horizonte,
probaba a lanzar un grito,
galopaba sin hallar corte.
Un día el viento se marchó,
allende de los mares,
lejos, más lejos, allá con los trigales.
Yo me dolía por no oír
el susurro del viento,
así que, recurrí
a penetrar el mar adentro.
¡Cómo olía, como mareaba!
En un sinfín de agua
que de amor me refrescaba.
Pero entonces, nos separamos:
yo a mi casa, él a la suya,
no sabía que era el tiempo
en que se volvería bruma.
Y se lo volvió.
La bruma densa y espesa,
terminó volviéndose caspa,
para más tarde evaporarse,
en aire, libre, sin casta.
¿Qué será del mundo,
sin mar, sin cielo,
haciendo que el calor sea tanto tormento?
¿Qué será de mí,
ahora, sin ellos,
que me ahogo en el llanto, y me desespero?
¿Es esto la vida,
sin sal, sin cielo,
sin esperar nada en tal desconsuelo?