lunes, 28 de abril de 2008

Traducción libre del documento 'The mind of Adolf Hitler'

INFANCIA, ADOLESCENCIA Y JUVENTUD DE ADOLF HITLER
Alois, el padre de Hitler, fué un hijo ilegítimo de Maria Anna Schicklegruber y nació en 1837 en la aldea de Spital. Se supuso que era hijo de Johann Georg Hiedler. Se cambió el apellido de su madre con treinta y cinco años por el de Hitler, el apellido de soltera de ella. En la vida de Adolf Hitler nunca se nombró a los abuelos paternos.
Los detalles invariablemente se refieren unicamente a las relaciones de su madre. Hay muchas cosas que sugieren que el abuelo de Adolf Hitler no fuese Johann Georg Hiedler, pero un hombre desconocido. Los ancestros por ambas partes de la familia eran gente del distrito de Waldviertel, altamente analfabetos y muy endogámicos.
Alois fué primero zapatero. Con los cuarenta años alcanzó la posición de un 'Austrian customs official'. La educación para esta posición fué la contribución de su primera mujer, Anna Glasl, quien le llevaba quince años, murió en 1883. Su segunda mujer, con la que se casó seis semanas después, murió en un año y tres meses después, el siete de enero de 1885, se casó con Klara Poelzl, una prima lejana.
En aparencia se le comparó a Hindenburg, Gunther describe su fotografía como mostrando una grande y redonda peluda cabeza; pequeños, afilados y maliciosos ojos; un bigote como el manillar de una bicicleta; y una gran barbilla. Era un hombre duro, severo, ambicioso y puntilloso.


A la mujer de Alois, Klara, se le describe siendo alta, una jóven nerviosa, no fuerte como la mayoría de los campesinos, quien corrió fuera de Vienna como chica para volver despues de diez años (una audaz escapada para su estatus social). Su doctor la describe en sus tempranos catorce como alta, con pelo castaño, trenzado con esmero, una cara ovalada y bellos y expresivos ojos gris azulados. Una simple, modesta y amable mujer.
Adolf nació en 1889, fué el quinto hijo de Alois, el tercero de su propia madre pero el primero en vivir más de dos años. Su padre se aburrió de él y lo atemorizó y opuso a él, cómo el mismo admitió, así que dió todo su afecto a su madre, y cuando ella murió de cancer en 1908 se abatió de pena.
Adolf fué un chico un tanto alto, amarillento y viejo para su edad, con mucha melancolía y ojos pensativos. No era ni robusto ni enfermizo, pero con los usuales infrecuentes achaques provocados por el frío o una dolorosa amenaza, pero el médico le dijo que no tenía nada.


Cuando estaba libre le gustaba pasear por la montaña, nada en el Derrube, y leer Fenimore Cooper y Karl May. Una tranquila y educada juventud que vivió consigo mismo.
Acerca de la educación temprana sabemos poco excepto lo que él nos dijo, que al principio qeuría ser un artista, pero que eso no le gustaba a su padre que quería hacer de él un sirviente civil; esto era una lucha perpetua entre los dos, con su madre de su parte y finalmente enviandolo fuera de Vienna para completar su educación artística cuando su padre murió. Exceptuando historia y geografía que cautivaba su imaginación desatendía sus estudios, descubrió en Vienna, cuando faltó a su examinación de arte, que su escasez de educación formal era una barrera para entrar en la escuela de arquitectura.
Con 19 años, cuando su madre murió, el fué a Vienna a gastar allí tres años solitarios y miserables, viviendo en 'casas para fracasados'. Se buscó la vida desde el principio de quitanieves con una pala, vendiendo de puerta en puerta sus propias postales, trabajos de carga o casuales labores de cualquier tipo. Aquí fué cuando comenzaron a cristalizar sus ideas antisemitista y 'antiexclavismo', sus anti-ideas de todo tipo. En 1912 se fué a Munich y allí fué un artista de acuarela, pintor de postales, delineante técnico y pintor privado ocasionalmente, Hitler se administró para ganarse algún tipo de vida.
En 1914 se alistó en la armada con gran entusiasmo, llevando a cabo sus trabajos con distinción y valor. Fué herido, lo enviaron a casa a reponerse, y en Marzo de 1917, ya estaba de vuelta en el frente. Era distante con los compañeros, celoso en su trabajo, y muy solitario. A lo largo de toda la guerra no recibió ningún paquete ni carta.
La guerra finalizó y con ninguna casa a la que ir, Hitler en 1919 fué designado agente de espionaje del insurgente Reichswehr el cual tenía sólo tuvo que dar explicaciones a la República Soviética en Múnich. Poco después, de ahí en adelante se puso en contacto con Anton Drexler y que luego se hizo parte en la fiesta Nazi en su comienzo.
Mas allá de esto no es necesario contar la historia política de Hitler. Es bien conocida y la estructura base de su personalidad ya estaba formada.


APARIENCIA Y MANERAS DE HITLER
Parece un camarero de segunda categoría. Es un hombre pequeños, ligeramente más bajito de la media. Su frente tiene algunas entradas y su nariz un tanto incongruente con el resto de su cara. Por último es un tanto suave, sus labios finos y toda la cara menos expresiva. Los ojos son gris neutrales que tienden a tomar el color de sus alrededores momentaneos. La mirada tiende a ser fija o muerta y escasos de brillo. Ahí hay una cualidad esencialmente femenina acerca de su persona que se proyecta particularmente en su notablemente bien formadas y expresivas manos. Las maneras de Hitler son esencialmente torpes y todos sus movimentos a saltos excepto tal vez los gestos de las manos.
Parece tímido y enfermo en la tranquilidad en la compañía y parece raramente capaz de mantener una conversación.
A menudo parece caprichoso y desganado. Esto es una marca en contraste a la dramática energía de su habla y su destreza para ejercer influencia en las emociones de sus vastas audiencias, cada cambio de humor parece percibirlo y lo cambia para sus propios propósitos. Al tiempo que es conciliador, en otras ocasiones puede estallar con violento temperamento en rabietas si sus caprichos son ignorados de alguna forma.
ACTITUDES EN DIRECCIÓN NATURAL, DESTINO, RELIGIÓN
'Por tanto, hoy creo que estoy actuando en el sentido del Todopoderoso creador: Rechazando a los judíos estoy luchando por el trabajo del Señor'. Este sentimiento de ser dirigido por grandes fuerzas ajenas a uno, de hacer el trabajo del Señor, es la esencia del sentimiento de lo místico religioso. No importa cuan pagana fuese la ética y las ideas sociales de Hitler, tienen una cualidad comparable a la experiencia religiosa. Además, a través de todos sus actos y palabras, ambos hablados y escritos, es esta extrema exageración de su propia importancia como ser _el verdaderamente lo sentía su misión divina_aún al punto de estar dispuesto a vivir una muerte de mártir.
Hasta en lo que le concierne a la autorizada religión, Hitler reconoce ambas fuerza y debilidad y adopta libremente cualquiera que él encuentre servible para sus propios fines. Que mate Protestantes y Católicos por igual es debido simplemente a la convicción que esas religiones son pero antiguas cáscaras y deben dejarle un espacio a lo nuevo.
Con respecto a la consciencia su actitud es una doble. Uno, la única mano que repudia es una guía ética, amontonando desprecio como si fuese una invención Judía, una imperfección como la circuncisión. Desdeña como tontos aquellos que lo obedecen. Pero en materia de acción espera a su voz interna, 'Si no tengo la interna e incorruptible convición, esta es la solución, no hago nada...no actuaré, esperaré no importa que pase. Pero si la voz habla, entonces sabré que ha llegado la hora de actuar'. Como Sócrates escucha a su Daimon.
LA ACTITUD DE HITLER HACIA EL PODER Y SU NECESIDAD DE AGRESIÓN
A la gente alemana y el mundo a lo hancho, Hitler le parece un hombre de tremenda fuerza de voluntad, determinación, y poder. Aún aquellos que están o han estado próximo a él saben que el es consciente de ser poderoso y de que impresiona a otros como mucho unicamente en los tiempos seguros. Cuando el está declamando a una gran multitud o cuando está dando uno de sus paseos solitarios a través de las montañas, entonces Hitler es consciente de su destino como uno de los más grandes y poderosos hombres de todas las épocas. Excepto entre esos periodos en que él se sentía humillado. En estos tiempos era irritable e incapaz de hacer o decidir nada. Son esos sentimientos de su propia debilidad los que sin duda han sido determinantes a una gran extensión de sus ideas en la educación de su juventud. Toda debilidad debe haberse eliminado de su nueva juventud alemana, deben ser indiferente a la pena, no tener ningún miedo a la muerte, debe aprender el arte de auto-ordenarse; solo de esta forma pueden convertirse en un gran hombre creativo. Los sentimientos de debilidad y poder de Hitler probablemente también determinan sus actitudes hacia gentes y naciones. Por aquellos que son débiles, o que por alguna razón no disponen de poder, el sólo los desprecia. Por aquellos qeu son fuertes sólo tiene sentimientos de respeto, miedo, sumisión. Por los Británicos del periodo de la gran guerra tiene un gran respeto, pero solo siente desden por la falta de poder de los Indios revolucionarios que han tratado de oponerse al poder del Imperio Británico. Por las masas bajo influencia siente sólo desdén. Los compara con una mujer que prefiere sostenerse a la voluntad de algun extraño. Arenga a la muchedumbre por la noche cuando están cansados y poco resistentes a la voluntad de otro. Utiliza cada estrategia sicológica para romper la voluntad de la audiencia. Hace uso de todas las condiciones que provocan en los Alemanes anhelo de sumisión, sus ansiedades, sus sentimientos y soledades. Comprende todos sus temas porque son como él.
Resumidamente relatada su actitud hacia el poder, y uno de los básicos elementos de la estructura de la personalidad de Hitler, es un profundo mentiroso que necesita la agresión, destrucción, brutalidad. Era así con su imaginación en menor forma en su infancia. Y allí hay una evidencia de los días en Vienna. Sabemos también que el estallido de la primera gran guerra fué una tremendamente estremecedora experiencia para él. Desde entonces la guerra que hemos visto es su adopción del tan llamado metodo comunista de transición con interrupciones, los asesinatos de sus amigos íntimos, su brutalidad hacia los judíos, su destrucción de una pequeña nación tras otra, y su reciente cada vez más crecida guerra en contra del resto del mundo. Pero este elemento de su personalidad es tan patente que apenas necesita ser documentado.
LA ACTITUD DE HITLER HACIA EL SEXO
Que la actitud de Hitler hacia el sexo es patológica está claro desde que fué dicho por encima. Las mejores fuentes, como sea, nos dicen explícitamente que es lo que es malo en la vida sexual de Hitler. Ha habido muchos rumores que también afectan a Hitler, que dicen que muchos de los primeros Nazis fueron homosexuales. Todas las fuentes fiables, como sea, deniegan que haya evidencias de cualquier tipo con respecto a esta idea. De hecho, Hitler parece no tener amigos íntimos masculinos, no intima eso es todo. Röhm fué el único que vivió en la intimidad con 'Du' y está esclarecido que ninguno lo ha sucedido desde la muerte del último en esa posición de intimidad.
Con respecto a las mujeres, los informes son conflictivos. El más reciente de los periódicos acentúa su abstinencia, su desinterés en las mujeres.
Como sea, Heiden documenta su asunto del amor, y Hanisch, Strasser y Rauschning son considerables para hablar acerca de su actitud con respecto al sexo opuesto. Hasta puede ser averiguado, es una completa falta de respeto, incluso despectivo; es oportunista y en la actual relación sexual hay algo de perversa naturaleza junto con un peculiar esclavizamiento para con el socio de su elección. Es cierto que muchas mujeres encuentran fascinación en Hitler, y que le gusta su compañía, pero también es verdad que nunca ha estado casado, y que en cada asunto amoroso cortaban con él, y no era él quien lo hacía.
En un caso, Hitler maltrató a su sobrina Geli en un arranque de pasión, de acuerdo con la evidencia de Strasser, o por tanto el abusó y le afectó tanto que llegó a suicidarse. Finalmente, debe mencionarse de nuevo su frenético arrebato de Sífilis en Mein Kampf como si la mejor nación Alemana fuera una vasta putrefacción caldo de cultivo de este repugnante sida. La declaración de Heiden que 'Es algo mala' con la vida sexual de Hitler es seguramente una elocuencia no declarada.
HITLER NECESITA HABLAR
Esta más bien obvia necesidad no importa nada en este punto, después de que haya sido dicho por encima. En cuanto Hitler descubrió su facilidad como interlocutor, su propia gente y el mundo fueron inundados con sus palabras. El número de palabras es extenso, variando en una longitud de una hora y media a dos, aunque hay excepciones de tres horas e incluso cuatro. En privado, además, Hitler rara vez conversa, por cada individuo que con el vive es una nueva audiencia para ser arengada. En sus momentos de depresión debe hablar para probarse a sí mismo su propia fuerza y en momentos de exaltación dominar a otros.
LA ACTITUD DE HITLER CON RESPECTO AL ARTE
Aunque el padre de Hitler tenía la intención de que fuese militar, él deseó por sí mismo ser un artista y su fracaso reconocido por la escuela de Viena fué una de las más traumáticas experiencias. Como Führer su interés en el arte continúa y muestra una distinguidamente favorable actitud hacia la música, la pintura, y la arquitectura.
Como es bien sabido, Wagner es el compositor favorito, sino debemos decir casi el único, de Hitler. A los doce fué cautivado por Lohengrin, a los diecinueve en Viena el aduló los méritos de Wagner como el último Mozart, y como Führer vió Die Meistersinger alrededor de cien veces. Conoce todas las partituras de Wagner y en su rendición consiguió liberarse emocionalmente e inspirarse para sus acciones. Su complejo salvador, sentimientos acerca el sexo, la pureza de la raza, su actitud con respecto a la comida y bebida, todo encuentra estímulo y refuerzo en el terreno, personas, en los temas de su compositor favorito. Es interesante saber, por ejemplo, que Hitler escogió Nuremberg, el lugar donde Wagner se encarnó en Hans Sachs, como el sitio oficial del encuentro anual Nazi Party Congress.
La influencia de Wagner sobre Hitler se extiende más allá de la esfera musical hasta la de la literatura. Entre las lecturas favoritas de Hitler están Wagner's political writings (Escritos políticos de Wagner), y conscientemente o inconscientemente se ha copiado del estilo rimbombante de acuerdo con Heiden con frecuencia transforma 'una sentencia de vida dentro de un confuso montón de huesos, indigestas palabras'.
En el campo de la pintura hay dos asuntos a considerar. El propio trabajo de Hitler y su actitud con respecto al trabajo de otros. En buenas opiniones de antes, tenemos evidencias de que durante los días en Viena Hitler mostró una pequeña habilidad excepto para copiar las pinturas de otros. Algunos de los trabajos existentes, como sea, expone algún don para la organización y el color, aunque no hay nada original. Muchas de sus pinturas muestran una preocupación por la arquitectura, antiguas ruinas, y con vacíos sitios desolados; algunos de ellos contienen personas.


(Artículo completo en inglés en este link. Esta entrada será actualizada)

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